del campeonato con una actitud jamás vista hasta el momento. Las risas y chistes de las primeras carreras parecen no tener tanta gracia después de haber visto los resultados de los dos sub-campeonatos anteriores. Todo el mundo empieza a asimilar por fin de qué trata nuestra modalidad de campeonato. Ya no vale sólo tener un vehículo afinado como un stradivarius. Ya no cuenta tanto el ser un piloto regular e ir acumulando puntos de hormiguita. En Slot’N’Rol decidimos a principio de temporada apostar por las cigarras. Pueden dormirse en los laureles, pueden probar coches anteriormente relegados al fondo del cajón. Todo vale mientras se consiga un podio en el momento preciso. En algo se nota el tener un club especial donde no sólo se practica el Slot, la estrategia ha contagiado los seis raíles y hoy por hoy todos afilan los gatillos y buscan el punto más débil de sus contrarios.
Arasa empieza a hundirse en el fangoso lecho de la tabla y parece difícil que pueda escalar sin un poco más de tino. Pero en esta guerra en la que nadie es víctima mortal toda experiencia nos fortalece. José Peris ha dejado de entrenar con la asiduidad del pasado campeonato. Hay madera de guerrero, pero sin sufrimiento no hay victoria posible.
Lo de Júnior es un caso excepcional en todo su conjunto. Al principio acudió de mano del maestro, al que parecía aventajar. Todos alababan su destreza. Le arropaban, le vitoreaban, brindaban a su salud. Ayer la realidad del hombre mostró su cara más feroz. Nadie tuvo compasión. La veterania es un grado al que cuesta acceder. Nadie le regaló ni una sonrisa. Demasiado en juego como para que un joven se haga con los laureles. No hubo piedad.
Xavi sacó los dientes. No sólo de banderas vive el caballero. Los colores de su escudería a todos gustan pero a nadie parecía temer a un recién llegado, hasta ayer. Una vuelta le separó de Don Diego DelaFuente. No fue su noche. Demasiado irregular. Él sabe que aun no está todo perdido, ni mucho menos. Pero no se puede volver a fallar.
Lozano, el “Senior”. Apostó, como es de costumbre en él. Su arma no parecía la apropiada. Demostró al aprendiz que no sólo la habilidad es lo que cuenta. La cabeza fría, el cálculo de probabilidades, la templanza y esperar el momento oportuno pueden darte lo que la precipitación muchas veces te quita. Sigue en pié y con su arsenal intacto, igual que Jonatan. Qué personaje… Como Lanzarote, o el caballero negro, o el caballero verde, o el color que le quieras poner. Sudaron carbonilla los demás para poder deshacerse de corredor tan incógnito.
Jordi se quejó. Pero… Será sincero su descontento? Ahhhh Qui lo sá? Bendita estratagema. Más de uno habría cambiado un tercer puesto por seguir conservando un Clío intacto al que poder aferrarse en una tanda de las que quedan. Eso sí… Siempre que los que accedieron al podio hubiesen utilizado ese as. Ya lo dijimos al principo: se ha asimilado al fin la esencia de este juego y ya nadie elige los coches sólo por que van mejor. Juan Domínguez, con un ¡Meganne?!. Podio y garaje intacto. Víctor, el primer gran visionario, el Ulises del campeonato. Le habrán encantado las sirenas con su canto… Perdió comba en el anterior sub-campeonato al no poder escalar al peldaño más alto. Ahora ha conseguido un segundo puesto con uno de los ases en turismos, el Clío. La pregunta es: ¿Será suficiente?.
Y en el Olimpo quién llama a las puertas después de una serie de derrotas incomprensibles vuelve a ser Juanjo. No importa las mellas de su arsenal. Si alguien es capaz de llegar tan lejos con algo tan poco valorado como un 406 ese es sin duda alguna él.
