El viernes pasado celebramos la carrera con más participantes hasta el momento en el campeonato 2010-2011. Tuvimos nuevos asistentes que pudieron comprobar en persona que nuestro club es tal y como se comenta: acogedor, pero sin perder un ápice de competitividad.
Oriol, el benjamín de la noche se estrenó en nuestra pista resoplando en cada vuelta, comprobando el nivel de los participantes en la categoría reina. José Ruiz también era novato en nuestras carreras, como siempre el recelo hacia el nivel de los nuevos invitados quedó diluido tras comprobar que las pocas tandas de entrenamiento efectuadas por José no le habían dado un ritmo propicio para convertirse en un peligro en esta primera carrera. Aun así todos estamos pendientes de su evolución ya que no es la primera vez que criamos cuervos y nos arrancan las calcomanías al cabo de pocas carreras.
David Arasa no se fue contento. Lo podemos asegurar. Las dos primeras tandas fueron demasiado accidentadas como para soltarse y las siguientes se sintió demasiado inseguro como para arriesgar. A Pedro le quedó la cara como la bandera de final de carrera cuando vio que era el único que corría con Grupo B. Qué más podemos decirle? Creemos que lo hizo suficientemente bien como para aprovechar su resultado y ensañarnos. No te preocupes, Pedro, en la próxima cambian las tornas.
A petición expresa de Domingo tenemos que denunciar un posible Villarato en carrera. Se avisó de “coche cambiado” y se cogió por error el de Domingo. Eso le supuso una pérdida de concentración irreparable que le hizo cojear todo el resto de la partida, si no llega a ocurrir esto “seguro” que habría ganado. Estamos contigo, Domingo.
Eric tiene peligro, se nota. De momento sólo participa en GT. Esa es la suerte de sus contrarios. El destino quiso darle un XLOT en nuestro sorteo, pero él no escuchó al oráculo. Sus rivales habían realizado sacrificios para que se tomara esto del Slot como un simple pasatiempo. Y de José Florensa qué podemos decir de diferente. Podríamos contar la misma moraleja inventando otra leyenda aunque el resultado sería el mismo. Somos testigos que en la mañana del mismo viernes no pudo dar ni una vuelta entera sin salirse. Esa misma noche escribió otra historia.
Si hay que hacer una crítica punzante en esta ocasión no se la merece otro que Jordi Bedós. Por varias razones. Su posición en la tabla de GT debería haberle dado la confianza suficiente como para trabajar esta carrera. Por desgracia, aunque sigue en podio ha desaprovechado el mejor coche del garaje con un quinto puesto.
El gran Meiko, el camaleón. Nadie sabe a qué Meiko se va a encontrar en cada carrera. Puede venir el Chistoso, puede venir el melómano (conectado al mp3 durante toda la carrera), puede venir el forofo (atento a los resultados de sus equipos deportivos que coinciden en horario de competición), el esposo atento (contestando las llamadas de su media naranja a la vez que pasa el tramo revirado de nuestra pista), o puede venir el piloto. El viernes vino el piloto, no estaba para bromas, estaba por lo que estaba, y ahí está, cuarto.
Juanjo apretó los dientes, pero se aflojaron las tuercas. Llevar la preparación al límite a veces tiene sus desventajas. El Nissan empezó a petardear a falta de una tanda y se descolgó. Diego tuvo una noche agridulce. Corrió como nunca, no falló, pero tampoco lo hizo Víctor, al final una culeada de más fue lo que los diferenció en un final de carrera de los más emocionantes.
Todo abierto. Todo por decidir. Hasta de aquí a 15 días.
