Sorpresas y quejas ayer durante la verificación de los vehículos. Es cierto que tal vez la norma de que las cuatro ruedas deben tocar con el vehículo en reposo ya no se lleva en ningún otro circuito, pero nuestra normativa fue aceptada así desde el inicio del campeonato y debemos cumplirla si pretendemos se serios. Sabemos que cuando nos toca resulta molesto darnos cuenta que nuestro coche no cumple con los requisitos pero así es en todas partes y así debemos actuar. Lo cierto es que de la parrilla de 11 participantes, ni la mitad de ellos consiguió superar la prueba de la tabla y el cambio de zapatos y los estrujones al chasis se sucedieron entre los boxes improvisados alrededor de la mesa de verificación.
Jordi Arasa “El Señor Ancla” salió con tacón alto delantero en su recién estrenado Citroën C4. No fue capaz de domesticarlo, sobre todo en la frenada. Aunque como siempre nos dejó imágenes espectaculares que solo pudieron disfrutar los que acudieron a la carrera.
Joan “Cara Antigüa” sigue empeñado en que el Subaru puede llegar a funcionar. Tal vez tenga razón y de aquí 6 o 7 campeonatos más pueda bajar a dieces.
Meiko corrió más nervioso que otras veces. Su Renault no iba del todo fino y la necesidad de no perder puntos pudo con la precisión de su gatillo. Aun así nos brindó algunas vueltas de auténtica emoción con emparejamientos entre rivales que se saldaron con alguna que otra recriminación a la agresividad demostrada al negociar los virajes. Eric tenía posiblemente el peor coche de la parrilla, aunque algunos le insistan en animar que continúe con ese Polo sin que ellos tomen ejemplo. El Polo es difícil de preparar, poco fiable por sus cotas y aunque vaya en ángulo sigue siendo un grupo B. Con mejor coche estamos seguros que a más de uno le entraría algún que otro apretón incómodo con Eric en los talones.
Jose Conde no quiere perderse nuestro campeonato de turismos. No sólo acudió a la cita a rodar y a divertirse, si no que lo hizo con un coche pintado para la ocasión dedicado expresamente a nuestro lugar. Lástima que su Clio “Warhammer” no consiguiera un mejor resultado anoche.
Jero no sabía si venir a la carrera o unirse a la caravana de “Palomos” que organiza el Gran Wyoming. Al final pudo lo que más pudo y vino, eso sí, con un Meganne decorado con la multicolor. Su velocidad era exponencialmente igual al ruido de sus engranajes. Su fiabilidad en el momento de acercarse a los muros exteriores le jugaron varias malas pasadas que le hicieron perder esos “centímetros” por los que Jordi le superó en la clasificación final.
Si Jordi pinchó en la última de Xlot realizada, podemos asegurar que en esta no le cabían más santos en el salpicadero de su BMW. Durante la verificación el aun montaba una corona nueva. El BMW era un grupo B y corría entre varios de primera categoría. Entre sus rivales estaban los temibles “Señor Ancla” y “Cara Antigua” tan difíciles de superar como un elemento de “Raid” en una pista de velocidad. La presión por conservar los primeros puestos y la discreta actuación en la Pole también jugaban en su contra. Al final la templanza y un poco de suerte en forma de “mala suerte” por parte de sus rivales le dieron acceso al hándicap, que significa unos buenos puntos que llevarse al saco.
Pedro lo superó todo anoche. La verificación, la pole, los nervios de pensar que al día siguiente le esperaba una dura jornada, el resultado final y sobre todo: la decoración – Pedro, necesitamos que nos dejes tu maletín para sacar unas fotos y que nuestros lectores puedan disfrutar de tus decoraciones -. Después de ver el coche de Jero algunos pensaban se puede ser más flor…? Pues sí, el rey de las flores carburadas fue Pedro anoche.
Diego aprieta fuerte. Está empeñado en demostrar que éste es su año. Y por supuesto que lo es. Está corriendo como nunca y en todas las categorías está en el podio. Les va a la zaga a los dos galgos de siempre y les obliga a no relajarse ni un solo instante. El que la sigue la consigue, Diego. Víctor. Que no vendré. Que no he preparado coche. Que no he podido entrenar. Que se me cae el alerón. Bah! Algunos ya le tachan de Mourinhista. Mucha queja y al final siempre se lleva lo que viene a buscar: la pizza, la cervecita y encima un segundo puesto.
Bueno y del otro qué más vamos a contar. Podríamos abrir una especie de concurso para los lectores para ver quien adivina quién se ha llevado esta vez la carrera, la pole y la vuelta rápida. Pero estamos seguros que resultaría más ridículo que esos pseudo-concursos de las tantas de la madrugada en los que te dan 1000 euros por adivinar que la rana es un Anfibi….? Venga, llama! Que tengo mil Euros para ti! No los quiere nadie!??
