Más vale malo conocido que Xlot por conocer.
El ser humano es por naturaleza reticente al cambio. Por esperanzador que se nos presente tendemos siempre a recelar de lo nuevo conformándonos con lo que ya conocemos. Aunque por otra parte existen algunos individuos que aceptan el riesgo y no les importa aventurarse motivados por ser los pioneros de cualquier descubrimiento.
Hace ya un año que se presentó en Nurembergh la nueva apuesta de Ninco: el Xlot. Una nueva categoría a escala 1/28 que nos daba la posibilidad de ajuste total del chasis a nuestro gusto.
La naturaleza del ser humano le hace ser crítico por obligación y pronto surgieron los fallos detectados en este nuevo producto. Sólo los pioneros en cualquier apuesta conoce realmente las dificultades de la creación. En nuestros días no existe la opción del ensayo y error. Para el ensayo no hay tiempo y el error se paga caro. Ninco de todos modos ha respondido siempre a cualquier defecto de fábrica de los primeros Xlot que salieron al mercado y que sufrían de pequeños fallos que poco a poco se han ido corrigiendo.
Aun así hay muchos aficionados que se quedan en la barrera analizando si vale la pena o no saltar al ruedo. Esa es una elección totalmente personal y respetable. Pero nuestra obligación, como organizadores, es la de evolucionar y probar nuevos retos. A menudo los intentos acaban en fracaso pero otras recibimos grandes satisfacciones comprobando que no nos hemos equivocado. En este caso tan sólo acabamos de empezar. Pero las expectativas y nuestro olfato nos dice que el que probó repetirá y el que lo vio se quedó con las ganas de comprobar que esto se trataba de algo diferente pero igual de emocionante o más.
Fueron pocos los que se atrevieron a afrontar una carrera con tantos interrogantes. Muchos tenían en la cabeza lo que se había estado diciendo por ahí de estos chasis de Ninco y sufrían por si a la hora de la verdad los tornillos empezaban a aflojarse y su coche acabara peor que el Apollo XI. Sólo un percance tuvo lugar en carrera y no es excusa sino realidad que Xavi montó su bólido apenas una hora antes del inicio de carrera.
Que los coches son lentos… Pues aquí podrán comprobar los críticos de la velocidad que los tiempos en carrera no distan mucho de algunas de las categorías de 1/32.
Lo mejor: la recta principal y comprobar que todos los pilotos apretaban hasta el límite el gatillo deseando que como suele ser habitual nuestro vehículo tenga un poquito más de punta que el del rival. Claro que en este caso sólo quedó el deseo.
Lo más emocionante: las vueltas a la par entre dos carriles contiguos y el “ui” de los presentes cuando las carrocerías se separaban por distancias milimétricas.
Ahora esperamos la segunda tanda de aquí a unos 10 días y deseamos que otros os animéis a probarlo. Estamos seguros de que nos pediréis varias carreras más.
El ser humano es por naturaleza reticente al cambio. Por esperanzador que se nos presente tendemos siempre a recelar de lo nuevo conformándonos con lo que ya conocemos. Aunque por otra parte existen algunos individuos que aceptan el riesgo y no les importa aventurarse motivados por ser los pioneros de cualquier descubrimiento.
Hace ya un año que se presentó en Nurembergh la nueva apuesta de Ninco: el Xlot. Una nueva categoría a escala 1/28 que nos daba la posibilidad de ajuste total del chasis a nuestro gusto.
La naturaleza del ser humano le hace ser crítico por obligación y pronto surgieron los fallos detectados en este nuevo producto. Sólo los pioneros en cualquier apuesta conoce realmente las dificultades de la creación. En nuestros días no existe la opción del ensayo y error. Para el ensayo no hay tiempo y el error se paga caro. Ninco de todos modos ha respondido siempre a cualquier defecto de fábrica de los primeros Xlot que salieron al mercado y que sufrían de pequeños fallos que poco a poco se han ido corrigiendo.
Aun así hay muchos aficionados que se quedan en la barrera analizando si vale la pena o no saltar al ruedo. Esa es una elección totalmente personal y respetable. Pero nuestra obligación, como organizadores, es la de evolucionar y probar nuevos retos. A menudo los intentos acaban en fracaso pero otras recibimos grandes satisfacciones comprobando que no nos hemos equivocado. En este caso tan sólo acabamos de empezar. Pero las expectativas y nuestro olfato nos dice que el que probó repetirá y el que lo vio se quedó con las ganas de comprobar que esto se trataba de algo diferente pero igual de emocionante o más.
Fueron pocos los que se atrevieron a afrontar una carrera con tantos interrogantes. Muchos tenían en la cabeza lo que se había estado diciendo por ahí de estos chasis de Ninco y sufrían por si a la hora de la verdad los tornillos empezaban a aflojarse y su coche acabara peor que el Apollo XI. Sólo un percance tuvo lugar en carrera y no es excusa sino realidad que Xavi montó su bólido apenas una hora antes del inicio de carrera.
Que los coches son lentos… Pues aquí podrán comprobar los críticos de la velocidad que los tiempos en carrera no distan mucho de algunas de las categorías de 1/32.
Lo mejor: la recta principal y comprobar que todos los pilotos apretaban hasta el límite el gatillo deseando que como suele ser habitual nuestro vehículo tenga un poquito más de punta que el del rival. Claro que en este caso sólo quedó el deseo.
Lo más emocionante: las vueltas a la par entre dos carriles contiguos y el “ui” de los presentes cuando las carrocerías se separaban por distancias milimétricas.
Ahora esperamos la segunda tanda de aquí a unos 10 días y deseamos que otros os animéis a probarlo. Estamos seguros de que nos pediréis varias carreras más.
