sábado, 24 de mayo de 2008

CRONICA CLÁSICOS


La del pasado viernes fue una carrera bajo mínimos. En éste, nuestro “primer campeonato Slot’n’Rol” apostamos desde un principio por la variedad en competición, dando prioridad, eso sí, a las variantes más rápidas. Sabemos que donde se ponga la velocidad de los GT o la precisión requerida en Turismos no encontraremos opción más atractiva para nuestros participantes. Pero creemos firmemente que en la variedad está el gusto y por eso confeccionamos un calendario que a más de largo era eso: variado. A estas alturas y visto lo visto asumimos nuestro error y tratamos de enmendarlo aunque no pretendemos retractarnos de nuestra primera convicción y os aseguramos que seguiremos programando carreras de todo tipo, aunque fuera de puntuación. De cara a la siguiente temporada, de la que estamos hablando ya “Off the record” con alguno de nuestros “ilustres” pretendemos acortar el número de carreras puntuables y el número de categorías Pero eso sólo son pequeños adelantos de lo que aun está por concretar; y el echo de que ayer fuéramos tan poquitos – ocho en total – no nos dejó exentos de alguna que otra anécdota que contar –.
Contra todo pronóstico Pascu y Juan participaron con coche prestado – verificado, eso sí -, más que nada para evitar que se tuviera que suspender la prueba por falta de pisteros. Seguramente Carlos (nuestro amigo informático) se tirará de los pelos ante esta afirmación pues su programa cuenta incluso con la opción de carrera sin pisteros. Pero aunque estuvimos hasta última hora removiendo medio Prat no conseguimos el cable necesario para renunciar de una vez por todas al papel y al bolígrafo.
Pascu fue el último en cruzar la línea de meta con una velocidad máxima que permitía casi casi leer la marca serigrafiada en los neumáticos, la cual nos abstendremos de nombrar sin llegar antes a un acuerdo de esponsorización. Pedro, aunque regular y con buen ritmo quedó penúltimo al no conseguir cazar al Ferrari de Miguel quién le sacó dos vueltas exactas al final de las seis tandas. Jordi Bedós lo pasó realmente mal. No fue su noche. En la tanda de clasificación no le funcionó el Testarossa como le había ido yendo a lo largo de estas semanas de entreno. Sí, todos somos conscientes de la razón del dicho “si algo funciona, mejor dejarlo como está”, pero también somos lo suficientemente humanos para tratar de quitársela. Pues eso, a última hora va Jordi y se le ocurre limpiar las escobillas. Ahí empezó su calvario que le llevó a perder nada más y nada menos que una posición en la general. Juan Domínguez, de no querer participar a pasarle por encima a Jordi en la tabla final… que más se puede pedir? Víctor no quiso hacer experimentos y se decantó por el modelo más repetido anoche. Acierto total que le afianza en el podio a falta de dos únicas carreras. Y Toni, nuestro último campeón, aguantó como pudo el culo del Jaguar de Juanjo que parecía no tener rival por su velocidad punta y su perfecto equilibrado. Al final Juanjo se hizo con todo por una sola vuelta de ventaja.
“No hay mal que por bien no venga”, este es el dicho que tuvo mayor aceptación tras la carrera. Pues al no llegar al cupo de puntos a repartir se tuvo que dividir el sobrante entre los asistentes a la carrera, avanzando a posiciones anteriormente soñadas por muchos y que costaron sudor a otros. Injusto? Probablemente… pero como decía aquel – y por terminar siguiendo con la tónica – “Sic transit gloria mundi”.

No hay comentarios: