IV SUPER GT

Podríamos hablar de tantas cosas sobre la última carrera. Podríamos hablar sobre la fuga de Xavier Dijort que contra todo pronóstico apareció para participar en nuestro campeonato. Aunque visto el resultado de su Mosler tal vez de poder retroceder en el tiempo se habría quedado en casa. Podríamos hablar del echar en falta al Sr. Ancla y su vozarrón en su punto de pistero. Podríamos hablar de las sospechas de que Meiko en sus ratos libres no se dedica a preparar el coche si no que juega a juegos frikis por ordenador. Podríamos hablar de la coca de crema y cabello de ángel con que nos sorprendió Jordi y nos hizo olvidar su mala actuación en carrera. Podríamos hablar del modelo de José Conde y de porqué a él no le iba ni la mitad de bien que el otro F-40 en parrilla. Podríamos hablar de la primera alegría de Domingo Reyes en conseguir un puesto de handicap y de cómo le cambió la cara al darse cuenta que tal vez no era un éxito a celebrar si no del que arrepentirse de no haber levantado el dedo del gatillo y poder correr la próxima con un coche de categoría A. Podríamos hablar de la más que digna actuación de Diego con su Mosler de categoría B. Podríamos hablar de Víctor y de que prácticamente ya es flamante campeón del III Campeonato Slot’n’Rol, ni siquiera hablaremos de esto muy a nuestro pesar y a pesar de Víctor también. Podríamos hablar del retorno de Miguel León y de cómo se corre una carrera sin entrenar siquiera y se es capaz de conseguir un podio tan caro. Pero no vamos a hablar de nada de esto ya que el viernes sólo hubo un tema. Un tema que ocupó todas las portadas y todos los comentarios de los presentes. Nuestro Ussain Bolt particular. El hombre Récord: Juanjo Raja a manos de un F-40 de Slot.it.
Pero sería tan cansino hablar de ello también que incluso pensamos que podría llegar a molestar la humildad más que contrastada de este enorme piloto. Para muestra de lo que sucedió tienen nuestros fieles lectores la tabla de resultados a partir de la cual pueden hacer volar su mente y disfrutar un rato imaginando lo que nosotros pudimos presenciar en vivo y en directo. Nada más que hablar.