miércoles, 27 de octubre de 2010

I CARRERA DE GT

   Más de unos pocos desearían que por una vez nos olvidáramos de la crónica. Pues no va a ser así. Retrasarnos, puede. Pero olvidarnos esta vez… jajaja.
    Menudo gran premio de GT el del pasado viernes. Durante las semanas de entrenamiento hubo un poco de todo: quejas, propuestas, tensión, secretismo. Pero el efecto sorpresa quedó reservado al mismo viernes.
   Los grupos B están a varias décimas de los grupos A. Eso era lo que se pretendía. Pero mantener el ritmo sin errores durante las 6 pasadas por pista no es tarea fácil. La evidencia está en la tabla.
   Meiko, quien empezó tal y como finalizó el campeonato pasado notó la falta de ritmo de las semanas de entreno y se hundió como un plomo en la tabla al no escoger la mejor opción.  J.M. Florensa vino a divertirse pero su R-8 pudo dar más de sí y su dedo contrastado, aunque un tanto bajo de forma tras años de letargo, merecían una mejor marca. Xavier Dijort consiguió superarle con un grupo B. El probar un Ford GT para el campeonato nacional no era la mejor opción la noche del viernes. Mark Laliga se estrenaba en nuestra pista con pocas apuestas a su favor: un rookie con un grupo B no podía ser nadie a temer en la categoría reina, pero un 7º puesto en esas condiciones es algo deseado por la mayoría de los participantes. Sobre todo cuando al analizar la clasificación vemos el nombre del más ilustre de los pilotos del año pasado justo por encima de Mark. Cierto es que el grupo B influye, pero esa no es razón para desbaratar la ilusión de los que consiguieron puntuar y guardar esta tabla de clasificación como el primer hito en su trayectoria slotística. Juanjo consiguió un puesto más y entrar en hándicap también con un grupo B, toda una hazaña a tener en cuenta. Joan no daba crédito al marcador que le señalaba a unos pocos pasos del primer peldaño al podio. Pero el podio final fue para Jordi, en 3er puesto y descontento con el funcionamiento de su Nissan. Diego tampoco acabó descorchando cava ya que supuso que podía haber alcanzado la cúspide de no ser por la magnífica actuación del recién estrenado en los laureles: José Conde. Su tenacidad le ha otorgado la mayor de las gracias. Felicidades, Campeón.

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